Hay quien hace la lista de deseos viajeros para tachar y hay quien la hace para poner tics. Yo soy de esas últimas.
Aunque parezca un detalle nimio, es en realidad, una de las cosas que más te definen como viajero. Tachar de la lista implica la idea de cumplir y pasar página. Poner un tic conlleva algo más: lo he visto, no me importa volver. ¡Hay tanto por descubrir en esos lugares en los que apenas podemos pasar unos días!
Además, los viajes nunca son los mismos: la compañía, el momento de la vida en que se realiza, la estación del año… todo se confabula para que en un mismo lugar, el viaje pueda ser completamente distinto.
Es evidente que los que no disponemos ni de mucho tiempo para viajar ni de un presupuesto elevado lo que nos atrae es conocer todos esos sitios nuevos que nos quedan en nuestra lista de deseos viajeros. Repetir destino parece casi un pecado.
Pero yo tengo que confesar que, cuando la ocasión se presenta y aún sacrificando lugares nuevos, tengo sitios a los que siempre seguiré volviendo.
Y siempre que regreso de un viaje pienso que repetiría destino para conocer tantas cosas que aún me quedan por ver. De hecho, pienso volver a Moscú para realizar la mítica ruta del Transiberiano, qué duda cabe.
Hola Elana, yo nunca he tenido una lista física, lugares en la cabeza demasiados pero he ido haciendo los viajes según salían oportunidades. Ahora mismo tengo pendiente ir a Eslovenia y Uzbequistán, tuve que suspender ambos viajes por las circunstancias y como ya me los había preparado les tengo ganas…
Espero que pronto podamos volver a visitar sitios fascinantes, saludos viajeros.
¡Tu lista suena tan exótica como deseable! Eslovenia nunca me lo había planteado, pero Uzbekistán… tengo amigos que han viajado hasta allí y cuentan y no paran. ¡Ojalá este año puedan cumplirse nuestros deseos viajeros!